Con gran expectación por su pleno de aciertos en este torneo, Paul opinó primero sobre la final de consolación y después, como estaba previsto, se le permitió la posibilidad de dar su veredicto sobre quién será el nuevo campeón del mundo.
El sistema de predicción fue el habitual: dos cajas con las banderas de los dos países, con un mejillón dentro, y Paul elige en primer lugar cuál come, lo que se considera por los más supersticiosos como sinónimo de quién va a ser el vencedor.
Entre un vaticinio y otro transcurrieron 45 minutos y el acto fue transmitido por televisión en directo en varios países.
En su primera predicción, Paul, de origen británico y residente en el acuario de Oberhausen, dudó unos diez minutos entre el mejillón de Uruguay y el de Alemania, pero tuvo más claro el veredicto de la final, optando rápidamente por la caja española.
"Paul es un especialista de los partidos de Alemania, vamos a ver si también tiene acierto con otros partidos", avisó con prudencia el acuario Sea Life de Oberhausen, donde vive el cefalópodo en un tanque de 1.500 litros de agua.
Nacido en 2008 en Weymouth, en el sur de Gran Bretaña, este experto pronosticador ha adivinado hasta el momento todas las victorias de Alemania en Sudáfrica-2010 (Australia, Ghana, Inglaterra y Argentina) y las dos derrotas, ante Serbia en la primera ronda y con España en la segunda semifinal.
Ese último presagio ha hecho que su popularidad gane enteros, pero que hinchas alemanes que le tenían como un ídolo hayen pasado a una actitud más hostil y pues en internet hay grupos que piden, entre bromas, que su futuro pase por ser un manjar gastronómico.
"Nuestros colaboradores vigilan con cuidado a Paul", dijo a la AFP Daniel Fey, un empleado del acuario, aunque apuntó que "las amenazas de muerte no son serias" y que todo queda en un ámbito humorístico.
El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se sumó el jueves a las bromas y en una entrevista en la radio Cadena Ser dijo estar "preocupado por el pulpo", asegurando que estaba preparando "enviar un equipo de protección".
La ministra española de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, llegó a bromear con la posibilidad de pedir una moratoria sobre la pesca de pulpo para salvaguardar el estado de Paul y "evitar que los alemanes se lo coman".
Paul ha tenido fallos futbolísticos en el pasado, pero su acierto en Sudáfrica-2010 le ha lanzado al estrellato, aunque todo hace apuntar que será su última gran cita como ´adivino´: nació hace dos años y medio y la esperanza de vida de un pulpo es de tres años, con lo que no llegaría a la Eurocopa-2012.
En España, tras su acierto de semifinales, la noticia de la predicción de la final fue motivo de portada en diarios de internet y en páginas como Facebook proliferan ya grupos sobre él, alguno de ellos que pide la inclusión oficial de la silueta de un pulpo en la bandera española.
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