El mundo del boxeo reverencia a un hombre que ya se transformó en leyenda. Manny Pacquiao ratifico su condición de mejor peleador de la actualidad y se abrió un lugar en la historia del deporte de los guantes.
Protagonizó ayer la pelea del año ante Antonio Margarito en Texas y demostró todo lo que vale sobre el ring. Castigó al mexicano de principio a fin y se quedó con su octavo cinturón en categorías diferentes, algo inédito en la historia.
Desde el primer campanazo, Manny salió a buscar a su rival en el ring. Dominó los primeros asaltos de manera clara, pegando mucho y bien.
Tras el cuarto round, los médicos de la esquina del hombre de Tijuana ya tuvieron trabajo en sus manos, ya que Margarito empezó a mostrar las primeras heridas de la noche, con un ojo casi cerrado y con los pómulos muy inflamados.
Margarito trató de reaccionar dos veces en la pelea, en el asalto cuatro y en el seis. Atacó el cuerpo de Pacman y abrió una ventana para emparejar un poco el combate pero no fue más que un espejismo. Fueron arranques momentáneos que ni siquiera alcanzaron para adjudicarle un round a su favor.
Lo destacable del Huracán de Tijuana fue su orgullo y su corazón que lo mantuvieron de pie a lo largo de todo el combate, aunque en los últimos tres episodios se notó que estaba vencido y no cayó por la piedad de su rival que optó por agotar los minutos e ir a las tarjetas.
Los jueces le dieron el triunfo al filipino de manera unánime, con tarjetas de 120-108, 118-110 y 119-109, entregándole la corona mundial superwelter de la CMB.
A partir de ahora, luego de una nueva muestra de carácter y clase de Pacquiao, todo vuelve a girar en torno a una posible pelea ante Floyd Mayweather Jr, algo que ya se viene demorando más de la cuenta.
Un capítulo más en el extraordinario relato de Manny Pacquiao. Dueño de una parte de la historia del boxeo.
Quenonino
No hay comentarios:
Publicar un comentario