Por quinto año consecutivo el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1-2.400 m) -Copa El País- terminó con un triunfo del favorito de la carrera. Anteriormente, Relento (2009), Sing-A-Song (2010); Mr. Nedawi (2011) y Alcázar (2012) le habían dado la razón a la mayoría de los apostadores. Ayer, fue Impérrito el que mantuvo la tendencia.
Así como no hubo margen para la sorpresa en lo que refiere al resultado, tampoco lo hubo en cuanto al trámite. Ares hizo la punta, como se esperaba, seguido de la argentina Malibú Queen, Impérrito y Talentoso Plicck, algo que también estaba en los planes. Es más, cerca, junto a los palos, venía Bandero, otro ejemplar que acostumbra a venir en el fuego.
En lo previo Carlos Méndez había manifestado su conformidad por el andar mañanero de Ares y había dejado en claro que lo iba a "dejar correr". Y así lo hizo. El jockey arachán le dio rienda al hijo de Asidero ni bien se abrieron las gateras y éste respondió querendón.
A puro galope fue estableciendo parciales de 24"36c y 49"03c, hasta completar la primera mitad del recorrido en 1`13"54c. A esa altura, sus más cercanos perseguidores ya lo venían midiendo, esperando el momento oportuno para dejarlo en segundo plano. Eso ocurrió poco después de entrar a la recta final.
En cuestión de segundos, la carrera se transformó en un mano a mano entre Malibú Queen e Impérrito, dejando el potrillo en todo momento la sensación de venir con más resto que la porteña.
Esa impresión se confirmó apenas Fernando Olivera le juntó las riendas al zaino que entrena Aníbal San Martín con la asistencia de su hijo Sebastián. Sin titubeos, el nieto materno de Trempolino se separó de la yegua del Santa María de Araras, dando la sensación de tener el panorama controlado y la victoria casi asegurada.
Sin embargo, el defensor del stud Viernes Asado aún tenía otro examen que aprobar antes de recibirse de crack. Esa materia pendiente se llamó Troyano Plicck. El rival que venía de escoltarlo a seis cuerpos y medio a comienzos de diciembre en el Comparación (G2-2.400 m) apareció sobre su flanco derecho con sed de revancha, dispuesto a vengar aquella derrota.
Impulsado a fondo por Luis Cáceres, el hijo de Plicck quiso pero no pudo, porque Impérrito, aún sesgando su línea hacia adentro, respondió con nobleza al rigor de su jinete y logró mantener a raya el avance de su rival. En el disco, tras 2`29"97c de carrera, hubo tres cuartos de cuerpo entre ellos. A "varios", Unstoppable completó la trifecta manteniendo su regularidad y relegando por un cuarto de cuerpo a Malibú Queen al cuarto puesto.
Ovación
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